Descripción
Así como el sentido del lugar y la experiencia del espacio son premisas en la arquitectura de Diez + Muller, el que la arquitectura perdure en el tiempo, huyendo de la moda, también lo es. La arquitectura será sincera, clara, honesta, sin caprichos, pero al mismo tiempo poseerá fuerza expresiva.
Frente a esa relación inevitable con lo que sucede en otras partes del mundo globalizado, estos arquitectos buscan ubicarse en un marco regional latinoamericano que posee elementos históricos y culturales comunes y comparte búsquedas de identidades, pero reniegan de formar parte de una tendencia determinada, por eso su mirada es crítica, aunque reconozcan la presencia del pasado, de la cultura, del lugar, desarrollan ideas desde sus propias vivencias y experiencias, ajustadas a una memoria y a una realidad que cambiará con su arquitectura. Prefieren entre lo universal que tiende a la homogeneización y lo local que puede conducir a una segregación, desde el ámbito físico, histórico, espiritual y tectónico, descubrir no sólo tensiones sino similitudes, como fuentes para inspirar sus procesos. Porque su arquitectura es concebida como un hecho creativo y estético, en un proceso de desarrollo de la capacidad crítica y autocrítica que les permite reflexionar, además, sobre sus propios conceptos, procesos, métodos y resultados, y generar un enriquecimiento de sus prácticas futuras.