Descripción
Desde esta perspectiva, es interesante observar esos minuciosos dibujos, morosamente trazados, de árboles que se inclinan ligeramente por la caricia de un viento de verano; de esos bosques que quizás ya no existen, depredados por las motosierras perversas; o esos paisajes de antiguas casas de hacienda, cargados de nostalgia. Esa paz del paisaje, es la paz del artista, admirador de Turner, como lo ha confesado. Pero vemos después cómo el pincel se arremolina y mancha como guiado por una mano distinta, creando tensiones en el soporte. Esas tensiones responden, así mismo, al estado de ánimo del artista...
Rodrigo Villacís Molina