Resumen
Todas las sociedades del mundo se congregan una o más veces al año para celebrar la vida. Ecuador, por supuesto, lejos de estar ausente de estos ritos, los abona día a día, año a año, de forma que hasta quienes los han vivido desde siempre, no dejan de sorprenderse participando en ellos. La sensualidad, fantasía, danza, fuegos pirotécnicos, disfraces, banquetes, rituales, bandas, bailes, música y más, mucho más, se toman ciudades y pueblos, abarcándolo todo. De esa forma el territorio y sus habitantes, rompen la rutina de lo cotidiano, convirtiendo las calles en espacios deslumbrantes, caóticos, donde el silencio y la rutina, pierden la batalla frente a la diversión, el disfrute y la risa.