Resumen
Dar es dar, Ecuador una manera de amar:
Un país se construye con lo tangible y también con lo intangible. Las ideas construyen lo que luego podemos oír a través del aire etéreo y melodioso. La música copa todo el teatro, los acordes resuenan dejando en su vuelo belleza. Otras manos transforman las hojas de la amazonía en artesanías portadoras de cultura ancestral.
El mundo tiene en el Ecuador el espacio fértil para que la pléyade de oportunidades se enraícen. No solo es receptáculo de vida, es dador de vida. Mar azul de delicadas aguas. Montañas de la Sierra o la selva milenaria, son oxigeno puro. Nuestra naturaleza megadiversa, viaja en las alas de un colibrí de Mindo. Tarda en llegar, pero llega, multiplicándose, haciendo que brote la vida en cada parada de su vuelo, fecundando a especies milenarias. La naturaleza del Ecuador viaja al ritmo de su propio tiempo, como las hojas que se entregan a la tierra llevadas por el viento, como las flores que se abren todo el año, como las gotas de lluvia que purifican los días.