Resumen
Tan sólo... infinito Ecuador:
Tan sólo el recuerdo latente en nuestros genes de lo vivido por nuestros antepasados más remotos, hace millones de años, nos hace querer amar, seguir un olor, un color o un sabor. Tan sólo el recuerdo de hace doscientos mil años nos hace levantar la mirada para ver el cielo y descubrir aquella estrella que nos ubica en este lugar en el espacio.
Tan sólo el habitar ente lugar del mundo nos permite vivir ese primer rayo del sol que nos sorprende apoyados sobre un a piedra vestida de musgo verde azulado, igual que lo hiciera con algún otro antepasado lejano. Vivir la emoción de ese rayo dorado que hace que los colores de la piedra se vuelva iridiscentes, es el premio a la luz que logrado hacerse camino entre la fronda.
Tan sólo el Ecuador, múltiple y diverso, infinito en sus culturas, infinito en las alturas, infinito en sus bosques amazónicos, infinito en las llanuras, infinito en sus profundidades. Infinito en la fertilidad de su tierra, en el poder de sus volcanes, en la belleza de sus islas, en la infinidad de vida que cobija. Tan sólo Ecuador, un país para inspirarnos.