Felipe Escudero es un navegante del tiempo que intenta acercarse a las fronteras del futuro como si eso fuese un proceso natural, un deber de todo ser humano que diseña, que piensa, que se emociona. En ese viaje hace lecturas del momento que le ha tocado vivir y festeja las ilimitadas posibilidades creativas y creadoras que este tiempo le ofrece. Es cuestión, dice, de apelar a la inteligencia creadora, combinando sentido y sensibilidad, haciendo del diseño y de la vida una experiencia valiosa, una experiencia poética .
Aprender pensando y aprender haciendo: MAD, un antes y un después
Hay momentos de inflexión en la vida de Felipe Escudero, uno de ellos fue cuando tomó la decisión de incorporarse al en ese momento joven estudio chino de arquitectura MAD Architects, que por entonces era una oficina de 25 personas, dos años y medio después cuando se despedía de Beijing rumbo a Londres, era ya un súper estudio de arquitectura con casi un centenar de arquitectos. Escudero creció profesionalmente tanto como crecía MAD de la mano de Ma Yansong.
Para entender a la arquitectura de Felipe Escudero, sobre todo en sus proyectos más complejos, no solo debemos referirnos a la ontología de la arquitectura, sino al parametricismo, que implica el cambio fundamental de los elementos básicos constitutivos de la arquitectura, independizados de la rigidez geométrica clásica (rectángulos, cubos, cilindros, pirámides y esfera) para abordar geometrías dinámicas organizadas y articuladas a partir del uso de secuencias matemáticas, que provocan una diversidad y complejidad formal, estableciendo un orden espacial nuevo y una estética diferente, no ortodoxa, ni clásica, en el marco de una era posfordista, que explica que en este momento histórico los métodos de producción han superado los sistemas repetitivos inmutables.