Resumen
El libro nos presenta
una selección de las pinturas realizadas en el lapso de 42 años, razón por la
cual no han sido plasmadas en una única técnica pictórica, sino utilizando
tanto el óleo como la acuarela, y los dibujos a plumilla. Pretende dar una
visión – necesariamente parcial- del Ecuador, mostrando a su gente, su paisaje,
su flora, su fauna, y su arquitectura.
La crítica ha apreciado
valores formales de alta calidad en el arte de Arturo Guerrero, dueño de un
trazo fácil, preciso. El color sobriamente administrado es audaz en el
contraste y armonioso en el conjunto, y llega a lograr acuarelas llenas de luz
y transparencia. Ha sabido captar la liviana nitidez del paisaje serrano y la
belleza de la costa ecuatoriana, a la vez que la hondura psicológica de los
retratos, tomados al paso por nuestras calles y pueblos. Aparece también la
definición inequívoca de los ambientes urbanos y la belleza dinámica del mundo
vegetal y animal.